martes, 10 de agosto de 2010

Ruinas de Aypate

En la provincia de Ayabaca, y en el centro de un triángulo formado por las localidades de Cujaca, Olleros y las ruinas de Ayabaca la Vieja, se encuentra el cerro de Aypate y en él las ruinas de una ciudad de piedra, construida por los Incas, después de conquistar la región. La existencia de las ruinas se habían conocido desde hace mucho tiempo, pero no se había hecho una descripción y menos un estudio de las mismas. Todo estaba envuelto en la fantasía y en la transmisión de leyendas y mitos de los campesinos del lugar, que miraban al cerro con respetuoso temor. Los rebaños de los pequeños ganaderos pastaban en las faldas del cerro, pero no se atrevían a escalarlo y menos cuando llovía y la tempestad arreciaba sobre su cumbre en un concierto de rayos, relámpagos y truenos. En esos montes, el temor supersticioso aumenta por que el cerro se ponía bravo, al decir de las gentes.



Ha correspondido al doctor Mario Polía, catedrático del curso de arqueología de la universidad de Piura, el mérito del descubrimiento científico de las ruinas de Aypate. El doctor Polía realizo seis expediciones a Aypate, desde Junio de 1971. La sexta expedición se realizó entre el 25 de julio y el 18 de agosto de 1974, y contó con la colaboración de la misión arqueológica de Italia, recorriendo todo lo anteriormente descubierto. Los arqueólogos europeos, encontraron que los constructores de la fortaleza de Aypate, se habían utilizado las mismas técnicas arqueológicas que usaron los primitivos griegos y romanos y que las cuevas de tipo funerario existentes en los cerros que rodean Aypate y que se supone anteriores a la construcción de la fortaleza tienen las mismas características que las necrópolis del paleolítico europeo, sobre todo la forma de enterrar a los muertos a los que se les colocaba bloques de piedra en la cabeza, pecho y piernas para inmovilizar al difunto y evitar que por las noches salgan del sepulcro.El Dr. Mario Polía ha hecho la descripción completa de la ruina en un folleto de la colección "Algarrobo" que editó la universidad de Piura. En el describe el camino de acceso a la fortaleza, en el cual se conservan muy bien, varias secciones.



El camino corre entre dos paredes de piedra. Por una de estas paredes se va a la gran plaza desde la cual es posible llegar a las diversas secciones o complejos de las ruinas. En la mencionada pared, hay una abertura que el Dr. Polía cree ha sido originalmente una puerta. Llegado al camino a la primera sección de las ruinas, prosigue hacia la cumbre del conjunto, para luego seguir por la parte alta de los cerros a lo largo de varios kilómetros, de los cuales el explorador Polía recorrió 3 Km. El camino tiene un ancho de 5 metros, y el lado que da al valle, a cuyos pies hay grandes precipicios, está guarnecido con muros de piedra. Parte del piso del camino está pavimentado con losas de piedra. El camino conduce a una gran central, de donde es posible llegar a las diversas secciones. Las ruinas se levantan sobre esta plaza y sobre una segunda plataforma. Tras de esta plaza se encuentra una cumbre de 50 metros de altura. Tanto en la plaza como en la segunda plataforma, hay gran cantidad de habitaciones y un mirador, desde el cual se domina todo el valle. Es sin duda alguna el lugar de los vigías. Las secciones principales, son dos conjuntos habitacionales y plazas que el Dr. Polía llama complejo A y complejo B, y una pirámide escalonada.



El complejo A.


A la mitad del cerro, hay una especie de meseta, es la Plaza Central, que puede dar fácil cabida a una gran cantidad de personas. Al fondo de esta plaza, pegado a la cumbre y hacia la izquierda, hay dos plataformas superpuestas. Una escalera a 4 metros de ancho, permite subir la segunda plataforma. Al fondo de esta plataforma hay una muralla construida de piedras de tamaño mediano sin labrar. Se conserva esta pared hasta 3 metros de altura y tiene un espesor de 1.50 m. La pared tiene una puerta trapezoidal, lo que delata la arquitectura incaica. Se encuentra enmarcada con piedra muy bien pulida de granito rosado. Esta parte permite el ingreso a la fortificación propiamente dicha, por medio de un pasadizo con habitaciones a cada lado. A la izquierda hay dos cuartos separados por un corredor. Un cuarto tiene 20 x 9 metros y el otro 21 x 8 metros. A la derecha hay un solo cuarto de forma irregular que tiene 19 metros de largo con un ancho de 8.50 por un lado y de 9.50 m por otro. La pared del fondo, hoy caída, debió ser parte de la muralla exterior del fuerte. Los cuartos de la izquierda tienen puertas al lado opuesto del pasadizo, las que conducen a un corredor que las bordea.



Este corredor parece haber estado limitado o protegido por un murito de piedra que forma parte de la muralla exterior y permite también ver el valle en toda su extensión. El murito, a la terminación de los dos cuartos, conduce a una escalera de 42 gradas que lleva a una plaza ubicada al lado derecho y a un nivel superior. La plaza tiene 51.50 x 41.50 metros. A cada lado de esa escalera hay cuartos de grandes dimensiones algunos de los cuales tienen puertas que dan a la plaza de arriba. Tanto a la derecha como a la izquierda de la plaza, hay plataformas a superior nivel. Las paredes en esta parte son de 1.10 metros de espesor. A continuación de cada cuarto grande de la derecha, empiezan dos muros que conducen más al interior y tiene 12 metros de largo. El corredor formado conduce a otra plataforma que está a dos metros de altura. Estos muros y la plataforma llevan a la izquierda del frente. La plataforma parece ser un parapeto defensivo, para el caso de que fuerzas atacantes hayan logrado ingresar a la fortaleza.

El complejo B.


De la gran plaza central, parte un corredor que conduce al otro conjunto de ruinas constituido esencialmente por otra plaza de 12 x 34 metros con tres habitaciones a cada lado. Cada habitación está separada de la contigua por nichos estrechos. Las paredes que miran a la plaza tienen 0.80 m de espesor y las del lado opuesto, que están hacia fuera tienen 1.10 metros. Al fondo de la plaza hay un gran cuadro de 12.20 x 8.90 m cuyas paredes están constituidas por grandes bloques de granito rosado, muy bien labradas y colocadas con mucha precisión, y exactitud. La pared que da a la plaza, de estos cuartos, tiene un espesor de 0.85 m pero sólo está conservada a una altura de 1.50 m. Se comunica a la plaza por medio de una puerta de forma trapezoidal. Ingresando a este cuarto, se encuentra a la izquierda un pozo o tina, construido con bloques de granito rosado muy pulido. Su profundidad es de 0.60m, su largo de 1.30 m y su ancho de 1.20 m. El fondo está constituido por una sola losa de piedra, con un canal para la salida del líquido. El pozo está parcialmente cubierto con otra losa. El líquido al salir al exterior es conducido por medio de un canalito, a un lugar situado bajo el piso. Tanto en los cuartos de la derecha como de la izquierda, en su parte exterior, hay andenes. Estos se prolongan hacia el fondo y envuelven al cuarto grande de la tina. Detrás de los andenes, hay un corredor de 1.70m de ancho limitado por una gruesa pared de 1.10 m de espesor que termina en un pequeño cuarto.



La pirámide


Hacia la izquierda de la muralla de la fortaleza y al fondo de la gran plaza central se encuentra un promontorio formado por una pirámide de base rectangular de tres plataformas que tiene por el frente 4.20 mts. de altura y por atrás 6.70 mts. La base no es regular, pues los lados miden 31.50 mts. de frente y31.70 m los costados. Una rampa de 4 metros de ancho y 15 de largo, conduce a la cumbre de la pirámide del frente. La altura del 1er. Escalón es de 1,63 m y la del 2do. Escalón es de 1.50. La última plataforma remata en una terraza de 20.70 x 23.70. En el centro hay un pozo de 0.95 m x 5.75 m. La profundidad es de 0.85 siendo el fondo de tierra.

Por su significación cultural, científica y turística para la región y el país, Aypate ha sido declarado por el Instituto Nacional de Cultura, mediante R.D. Nº 042-96/INC-DP, como CAPITAL ARQUEOLÓGICA DEL DEPARTAMENTO DE PIURA. Asimismo el Gobierno Regional de Piura mediante Acuerdo Nº 042-2003-GRP-CR, declara al Complejo Arqueológico Aypate como “Santuario Histórico Regional” y “Capital Arqueológica de la Región Piura”.



Desde la localidad de Ayabaca, se recorren 49 Km., en dirección este, (2.5 horas Aprox. en auto), para llegar a Aypate, el cual se ubica a una altitud de 2920 m.s.n.m en medio de un bosque de neblina, donde se encuentra la presencia de especies de avi fauna endémica, además cuenta con las exóticas orquídeas, bromelias, plantas medicinales, rapragueros que hacen mucho más atractivo al lugar.

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